El pasado miércoles 26 de noviembre tuvimos el evento técnico Brújula a la Sostenibilidad, enfocado en tendencias de sostenibilidad en tres áreas clave:
(1) la normativa y regulación – “lo que se debe hacer”,
(2) la comunicación sostenible y los modelos de negocio sostenibles – la clave para la transformación,
y (3) la digitalización – herramienta clave para el avance riguroso en sostenibilidad y competitividad.
El evento fue aperturado por la Vicerrectora de Desarrollo Sostenible de la Universitat Politècnica de València, el Secretario Autonómico de Industria, Comercio y Consumo (Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo) y la presidenta del clúster. Seguidamente, tres de las comisiones del clúster (Compliance, Comunicación y Marketing, Economía Circular) realizaron sus ponencias – técnicas pero inspiradoras, no sólo centradas en datos, sino con el ritmo narrativo que necesita una transición tan importante y sistémica como la sostenibilidad. Puedes ver la agenda completa en nuestro anuncio del evento. Pero más allá de los perfiles ponentes del evento, hoy nos queremos centrar en lo importante: las empresas asistentes.
La dinámica participativa del evento puso de manifiesto la presencia, sobre todo, de micropymes y pymes, complementadas por administración pública, asociaciones, alguna start-up y alguna gran empresa. Los sectores son diversos pero con clara concentración en servicios vinculados a la sostenibilidad (consultoría, medio ambiente, economía circular, certificación, educación ambiental, energías renovables), junto a industria (calzado, cerámico, artes gráficas) y artesanía/diseño. La mayoría de participantes pertenecen a dirección o a áreas directamente ligadas a medio ambiente, I+D y marketing. Es decir, perfiles con capacidad de decisión, cuya acción dentro de las organizaciones es clave para empujar el avance hacia la sostenibilidad.
La mayor parte de las empresas (79%) declararon tener un Plan Estratégico de Sostenibilidad ya activo o en proceso. Las principales preocupaciones y prioridades que las empresas expresaron de cara a 2026 fueron:
Con respecto a las barreras para el cumplimiento, la cuestión de la financiación y subvenciones obtuvo la puntuación más alta. Otras cuestiones relevantes fueron la complejidad de implementar autoconsumo o renovables, la trazabilidad y certificaciones, y las licitaciones y compra pública verde.
Las conversaciones con las personas y entidades asistentes pusieron de manifiesto cómo el clúster puede apoyar en áreas clave entre las empresas y administración.
Y sobre todo…
Así pues, el clúster tiene un encaje muy claro como ventanilla de apoyo en ayudas y regulación, hub de conocimiento aplicado y métricas, plataforma de proyectos colaborativos y simbiosis industrial, e interlocutor colectivo frente a la administración para exigir simplificación y coherencia normativa.
